23 nov 2010

SABER LO QUE BUSCAMOS

Creo que en las escuelas y en las familias deberíamos formar a nuestra nueva generación más en la mente y menos en el cuerpo. Con esto me refiero a fomentar más la educación sentimental que la sexual.
A mi parecer, esta última  se aprende sola, pero es más tardío, difícil y doloroso el tema sentimental.
Doy por hecho, por lo que he vivido personalmente y por las vidas que veo a mi alrededor, que comenzamos a darnos cuenta de lo que es una relación cuando ya no hay forma humana de cambiar el daño causado o que se va a causar. Es por ello por lo que existen tantas familias rotas, y, por consiguiente lo seguirán habiendo.
Cuando dos personas se juntan, se enamoran, se casan (o no) y tienen niños es cuando se suelen dar cuenta, mediante la convivencia, que su pareja no es lo que él/ella pensó o quiso para sí (es entonces cuando me planteo de donde surge el problema).
Se me viene a la mente mi vida y mis vivencias. Yo, a los 13 ó 14 años no tenía ni idea de por qué tenía novio y sin embargo ¡lo tenía!. Si me hubiesen explicado que yo estaba (o comenzaba a estar) compartiendo mi vida, mi futuro con esa persona; que iba a tener hijos con él, entonces, seguramente, ni siquiera hubiese empezado a salir con él, o podría haber cambiado pequeños fallitos (no cambiar, sino avisar de que estaban) que ya, después, en una convivencia me resultaría imposible de hacer o, como le pasa a muchas familias, acabaría con una familia rota.
Es por ello por lo que creo que a las personas de la nueva generación habría que transmitírselo; seguramente,  cada uno de los adultos que lean esto habrán pensado alguna vez: “si yo con lo que sé ahora pudiera volver atrás”.
Una palabra, un pensamiento, una emoción trasmitida a otra persona es muy importante; seguro que no te hará caso, pero lo sabrá y saberlo también es valioso.
Pienso que en esta vida no se puede buscar una persona solo afín físicamente (cosa que es casi instintiva), sino también mentalmente. Y solo así será como dos personas puedan llegar a acercarse a la felicidad en la dura convivencia.
Los seres humanos estamos dotados de un “escáner” para buscar y encontrar parejas, solo hay que redefinir la búsqueda, o mejor dicho, SABER LO QUE ESTAMOS BUSCANDO. 

Bienvenidos