12 feb 2015

Hablemos del cole...



Ha saltado la noticia de que quieren implantar en los colegios EL AJEDREZ.
Me parece una idea sublime.
El ajedrez es un juego, eso es lo primero que llama la atención, ya que deben aceptar una serie de roles. Además es un juego de listos y me explico: 
Hay que analizar tu jugada y adelantarte a la del rival (esto último hace a un niño mucho más empático, a la hora de ponerte en el lugar de otra persona), incrementa la resolución de problemas o cómo te posicionas ante ellos; aumenta tu memoria en tanto en cuanto debes recordar varias jugadas que puedas poner en práctica; la imaginación y la creatividad también se verán positivadas.

Pero debo recalcar que no sólo ésto sería bueno para los niños, sino que podemos encontrar, también, enseñanzas artísticas más profundas de las que se reciben en las diferentes etapas educativas, empezando por las primarias, bajo mi parecer, y que deberían de darse.

Por ejemplo la música, experimentar con la textura que deja el pincel o de una infinidad de tareas artísticas que se quedan estancadas cuando hablamos de educación (no hablo siempre, pero sí como norma general).
Tomaré como ejemplo la música.
Pongo un vídeo (inglés subtitulado en español) de lo que la música hace en nuestro cerebro:


¿No es increíble?

En algunos países (con mayor índice de efectividad escolar, todo hay que decirlo), la música es una de las asignaturas más relevantes, ergo será por algo.


En el enlace anterior se explica, en primera persona, cómo es estudiar música en los colegios e institutos (además de conservatorios o aulas de música) de Finlandia.

Y  al margen (superiormente hablando) de todo esto está Venezuela y "El Sistema". Y no os lo explicaré, os dejaré un vídeo y que os lo explique el gran José Antonio Abreu que fue quién consiguió tal azaña de enseñar el bello arte de la música a toda una Nación:





Como conclusión tengo que decir que la educación no es sentar a un niño delante de un libro con un profesor parlanchín, no. 

La educación no es sólo eso y no debería de serlo. 

Educar es hacer disfrutar a un niño para que, mejorando todas sus aptitudes, pueda llegar a ser una gran persona y pueda lograr los éxitos que se proponga, ensalzando así, como conjunto, a toda la sociedad en la que vive.