10 may 2016

Carta abierta a mi corazón



Tengo dos días en Mayo que me cambiaron el alma.
El 10 y 12 del año 2006. Hace hoy diez años de uno, dentro de un par de días cumplirá el segundo.
Una década hace de la alegría nunca antes exaltada (han habido mejores alegrías, pero quien me conoce me entiende).
Una década del momento más triste nunca antes vivido.
Para todo esto me da este maravilloso mes de primavera, en el que hoy, el agua no da tregua en Sevilla.

El 10 de Mayo de 2006 el Sevilla FC consiguió, tras 58 años sin ganar nada, en el año de su centenaria historia y tras un gol en semifinales de nuestro querido Antonio Puerta; levantar un Título Internacional: La Copa de la Uefa. Competición que a la postre sería fetiche para mi Club.
Tantos años de sufrimiento, tantos sevillistas que se fueron al tercer anillo sin ver levantar un título. Todos esos corazones, todas esas gargantas resonaron en el universo del fútbol para hacer de mi humilde equipo un gran CAMPEÓN. 4 goles fueron los que lo hicieron posible..casi ná!

Pero como dije al principio el mes de Mayo del año 2006 me trajo la otra cara de la moneda. Sólo dos días después de la azaña visité por primera vez la Capital de España. Contaba con diecisiete años cuando pisé Madrid por motivos médicos.
No he mirado tanto el Cielo en mi vida, con las esperanzas puestas en consuelo que nunca llegaba.
Sinceramente creo que nunca me repondré del todo de aquello que nos marcó para siempre. Pero dejó la fuerza y tras ella la superación, el carácter, la lucha. Motivos más que suficientes para dar gracias,pese a todo.

Para todo eso dio Mayo de 2006. - cómo para no recordarlo-
Dicha y desdicha casi a partes iguales, imposibles de olvidar.

ANIVERSARIOS QUE NOS RECUERDAN QUE VALE LA PENA LUCHAR.



2 feb 2016

Pertenencia



Los Seres humanos con nuestras imperfecciones. Salimos de casa, andamos, cogemos nuestros coches, nos cruzamos con otras personas, las miramos (a veces incluso saludamos).

Es una tarde de principios de febrero que bien parece mediados de primavera. Es Sevilla y todo ésto se refleja en la calle, en el bullicio y ajetreo de la gente.

A veces pienso que si uniésemos nuestras mentes con las personas que nos rodean (de una casa, un barrio, pueblo o ciudad) la magnitud de conexiones serían semejantes al universo, quizás más (¿No sería poderoso, majestuoso..incomparable?).
Pero no nos miramos. Somos verdaderos desconocidos, siendo todos tan semejantes.

Me produce una verdadera tristeza existencial.

Y lo ves claro, quizás, cuando te miras y piensas que tú mismo no lo haces, no te prestas atención ni siquiera para conocerte.
¿Es un pez que se muerde la cola? ¿O es que, simplemente, es así de penosa la Raza Humana?
¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es el significado? (Si es que lo tiene). ¿Por qué vivimos la vida? ¿Cuál es el sentido de su devenir? ¿Cuál es nuestro sino?
¿Por qué lo intentamos, siquiera?

A falta de plumaje (como las aves) o escamas (como los peces) nos vestimos con ropas, atuendos que más que abrigar nos definen, nos enmarcan y encasillan (dejándonos dentro o fuera de círculos sociales no llegando a tener opciones de conocer a X personas simplemente por qué compras o dónde..forma, color ¿triste?). Buscas tu identidad en simples trozos de tela.
¿Qué identidad exactamente y para qué necesitamos expresarla? ¿Por qué hacemos lo que sea necesario para encasillarnos? ¿Necesidad? ¿Seguridad de pertenencia al grupo? ¿Acaso sirve para algo más que para dar envidia o para que la persona que la lleve se sienta mejor que otra que no lleve lo que tú?
Y si es para encajar...¿Dónde y para qué?

Si tuviese algún superpoder, si pudiese querer tener alguno, me decantaría por tener la capacidad de repartir COMPRENSIÓN, EMPATÍA a otras personas.

¡Cuán justo sería el mundo entonces!



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SER MAS ANIMALES Y CREERNOS MENOS DIOSES