27 ago 2012

Paraguas al paragüero



Fuera llueve. Siempre lo hace.

Lo mejor, lo más práctico es hacer de esa lluvia situaciones y experiencias irrepetibles. Aprender lo máximo de ellas. Así podremos (hacer lo más complicado) disfrutarlas.

Puedo decir que en contadas ocasiones no entiendo la lluvia (o al menos esta "lluvia" a la que me refiero). Pero no todo en la vida es entender o intentar hacerlo...con experimentar y simplemente vivir es suficiente.

Sin lluvia, truenos y tormentas no entendemos ni valoramos la salida del sol o del arcoiris (toque de color en un horizonte gris), o la venida de la primavera, la salida del colorido de las flores, del brotar de la turbulenta naturaleza. Sin esa lluvia no crecemos, no nos llegaría lo suficiente para vivir en esta dura sociedad a la que nos enfrentamos cada día.

A veces es duro soportar la tempestad (porque muchas de esas ocasiones sabemos que se podría obviar, que nace de situaciones y pensamientos insustanciales e incluso incoherentes), pero son necesarias para nuestra total formación como personas.

Así que, quitémonos el paraguas y disfrutemos, hasta el último poro de nuestra piel, de esta lluvia, saltemos sobre los charcos y...disfrutemos del momento.

(Porque fuera llueve, siempre lo hace y yo intento hacer de esta lluvia un mundo singular, así construyo mi mundo...)


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